dEzq. 37:21-23
Nahum 2
Capítulo 2
Ataque contra Nínive
1 ▼▼En el texto heb. cap. 2:2.
El destructor ha subido contra ti b. Monta guardia en la fortaleza,
Vigila el camino;
Fortalece tus lomos,
Refuerza más tu poder. 2Porque el Señor restaurará la gloria c de Jacob
Como la gloria de Israel d,
Aunque devastadores los han devastado
Y destruido sus sarmientos e.
3El escudo de los valientes es rojo,
Los guerreros están vestidos de escarlata f,
Y de acero centelleante los carros
Cuando están en formación,
Y se blanden las lanzas g de ciprés. 4Por las calles corren furiosos los carros,
Se precipitan por las plazas h,
Su aspecto es semejante a antorchas,
Como relámpagos se lanzan. 5Se acuerda él de sus nobles i
Que tropiezan en su marcha j,
Se apresuran a su muralla,
Y es preparada la defensa. 6Las compuertas de los ríos se abren,
Y el palacio se llena de terror. 7Está decretado:
La reina es despojada y deportada,
Y sus sirvientas gimen como palomas k,
Golpeándose el pecho l.
8Aunque Nínive era como estanque de aguas desde la antigüedad;
Ahora ellos huyen.
«¡Deténganse! ¡Deténganse!»,
Pero nadie se vuelve m. 9¡Saqueen la plata!
¡Saqueen el oro n!
No hay límite a los tesoros,
A las riquezas de toda clase de objetos codiciables. 10¡Vacía está! Sí, desolada y desierta o.
Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan p;
Hay también angustia en todo el cuerpo,
Y los rostros de todos han palidecido q. 11¿Dónde está la guarida de los leones
Y el lugar donde comen los leoncillos r,
Donde andaban el león, la leona y su cachorro,
Sin que nada los asustara? 12El león desgarraba lo suficiente para sus cachorros,
Mataba para sus leonas,
Llenaba de presa sus cuevas
Y de carne desgarrada sus guaridas.
13«Aquí estoy contra ti s», declara el Señor de los ejércitos. «Quemaré y reduciré a humo tus carros t, la espada devorará tus leoncillos, arrancaré de la tierra tu presa u, y no se oirá más la voz de tus mensajeros».
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